Iridología: sistema no invasivo que evalúa la salud de una persona.

La Iridología es un método muy antiguo, cuya práctica ya se remonta en el antiguo Egipcio, con el fin de estudiar la salud de una persona por medio de la observación de los signos que aparecen en el iris, la pupila y la esclerótica.
A través de la minuciosa observación del ojo del paciente (por ejemplo: diámetro y forma de la pupila, la estructura del tejido del iris, los diferentes colores que aparecen, la presencia de signos, etc), el iridólogo consigue valorar:

La calidad de la salud del paciente.
El tipo de terreno orgánico que posee.
Qué función o qué órganos debe cuidar el paciente.
Nivel de estrés, de vitalidad que posee la persona.
Otros datos más personales.

Con ello se orienta al paciente de forma personalizada: “cómo tiene que curarse en salud”, “cómo potenciar su nivel de vitalidad”, “cuáles son sus límites potenciales a no sobrepasar”, todo esto, por medio de una orientación que normalmente abarca pautas y consejos de vida higienista, naturópata y también pudiendo llevar un tratamiento homeópata . Si bien la Iridología ha ido de la mano de los naturópatas y homeópatas, el método esta abierto a cualquier terapeuta de otra disciplina interesado en conocer dicho sistema para ampliar sus herramientas personales.

La Iridología no es un sistema complicado, eso sí, para tener un correcto nivel como iridólogo, se requiere poseer una buena base formativa en Iridología. Por ello, es recomendable aprender con una persona experimentada, tener una buena lupa, conseguir una linterna de luz blanca y seguir un protocolo preciso para conseguir realizar un estudio iridológico certero, porque tratar de dominar dicha técnica solo con leer libros o mirar por internet información sobre iridología, solo hace que empobrecer la real eficacia de dicho método no invasivo.

ANTONIO HURTADO ROBLEDO