martes, 3 de septiembre de 2019

SIGNOS DE LA DIABETES EN EL IRIS. (2ª parte)


¿POR QUÉ ES TAN NOCIVO TENER TAN ALTA EL AZÚCAR (GLUCOSA) EN SANGRE?

Respuesta desde la fisiología.

La hiperglucemia produce unas manifestaciones como consecuencia de la osmolalidad (concentración de las partículas osmóticamente activa contenidas en una disolución) de la sangre.

Produce por un lado GLUCOSURIA. El riñón ya no puede reabsorber glucosa, pues ha rebasado su capacidad, esto produce una DIURESIS OSMÓTICA. La presencia de grandes cantidades de solutos no reabsorbidos en los túbulos renales originan un aumento del volumen urinario denominado DIURÉSIS OSMÓTICA = pérdida de grandes cantidades de agua, se produce entonces  una DESHIDRATACIÓN y  ello activa los mecanismos que regulan la necesidad de ingresar agua POLIDIPSIA (sed exagerada y urgente, típico de la diabetes).

En la diabetes abunda más glucosa fuera de las células y un déficit en el interior de ellas.  En la diabetes, dichas necesidades solo se pueden satisfacer por medio de las reservas de proteínas y grasas. Al activarse dicho mecanismo, una de las consecuencias de la desintegración de ellas, es la CETOSIS. (enfermedad del metabolismo en la que se produce un aumento de acetona y de sus compuestos derivados en la sangre y en la orina, suele presentarse en pacientes diabéticos).

En la diabetes mellitus, al disminuir la insulina, la glucosa tiene una menor penetración de glucosa en las células (en los músculos de fibras estriadas y lisas, miocardio y otros tejidos) y también en el hígado. Todo ello constituye la causa probable de la HIPERFAGIA (hambre desmedida) de los diabéticos. Al no inhibirse el área del hipotálamo que regula el consumo de alimentos o ingesta, no se percibe la saciedad, el sujeto aumenta la cantidad de alimentos que come.

A nivel bioquímico.

Una hiperglucemia intracelular activa una enzima llamada ALDOSA REDUCTASA y ello intensiva la formación de SORBITOL en las células, lo cual a su vez disminuye dentro de las células la concentración de ATPasa de Na y K. 
¿A que te has quedado igual? Voy a traducirlo.
El exceso de glucosa intercelular o más bien la abundancia de azúcar de mala calidad en la dieta, puede ser transformada en los llamados productos finales de la glicosilación (proceso de oxidación), que es una de las principales causas del envejecimiento de la piel y la diabetes. Las moléculas de la glucosa que has ingerido no encuentran donde ir o qué hacer y empiezan a unirse y adherirse (empieza la glicosilación) a proteínas que transportan colesterol, van a la capa protectora de los nervios, a la hemoglobina, a las proteínas que hay en el cristalino del ojo (causando CATARATAS) y también dañando los vasos sanguíneos. O sea, la glucosa unido a proteínas o lípidos se convierte en sustancia pegajosa y se une a tejidos, a células dañándolos porque las perturba en sus funciones. La glicosilación conduce a la formación de “AGEs” (“Advanced Glycosylation End products”), los responsables de los daños vasculares, neurológicos, inmunológicos,  en los procesos diabéticos y de envejecimiento (relación con la oxidación de las células por los radicales libres). ¿Qué alimentos puede provocar la glicosilación? Los refrescos, la harina refinada, la bollería industrial, los edulcorantes, alimentos de mala calidad rico en azúcares, las frituras. 
  
Uno de los problemas de la alimentación occidental es la presencia del elevado consumo de azúcar. El páncreas nunca descansa, no cesa de generar insulina y se va generando un remanente de grasa en el cuerpo que el organismo no necesita y que a la postre no lo está quemando. Las personas sin patologías manifestadas que mantienen su nivel de insulina alto,  es debido a una dieta mal sana, rica en alimentos y bebidas ricas en azúcar (glúcidos de rápida absorción), eso provoca que las células dejan de absorber azúcar, se dispara la hiperglucemia característica de la diabetes mellitus de tipo 2 que en España afecta, según las estadísticas 5,3 millones de personas. Así que su importancia radica en regular la tasa de glucemia sanguínea. 

Tenemos que recordar las voces que ya daban la voz de alarma que nuestra famosa dieta mediterránea está siendo poco a poco sustituida por la dieta estándar americana cuyas siglas son S. A. D (Standard American Diet). Conquistados por esa mal sana dieta, se va acostumbrando a las niños desde la infancia a comer junto con bebidas gaseosas ricas en azúcar, habituarlos a ingerir alimentos ya precocinados muchos acompañados de salsas, enriquecidas en su composición con sal, azúcar, conservantes y colorantes. 
Cocinar  requiere organización, tiempo, aprender las artes de la alquimia de la cocina y de la nutrición. Y así nos va, a la S.A.D no le importa la calidad del alimento sino la presentación, para ello se  potencia los sabores y colores del producto. Y además hemos importando los mismos problemas de salud de los norteamericanos: obesidad mórbida y mayor diabetes.

Referencias:
Ganong. Fisiología médica 23ª edición
Guyton y hall. Tratado de fisiología médica 12ª edición
Anatomía y fisiología. Thibodeau y Patton. 6ª edición Elsevier
Comisión de apuntes de fisiología. Enfermería 2011-2012